¿Notas que últimamente te está apareciendo papada?
¿Te da la sensación de que estás perdiendo el contorno del cuello? ¿que se te está descolgando justo debajo de la barbilla?
La aparición de la papada no responde a una cuestión de edad, sino a un aspecto postural.
Más allá del lado meramente estético, la aparición de la papada está favorecida por el desequilibrio de una musculatura que tenemos en el cuello, los músculo hioideos. Y la actitud postural del resto de nuestro cuerpo va a provocar que estos músculos trabajen hacia arriba (subiendo el hioides y marcando el contorno del cuello) o hacia abajo (bajándolo y dibujando la papada).
Cuando este juego de tensiones musculares responde a un desequilibrio del resto del cuerpo, obviamente debemos abordarlo de manera global, planteando el tratamiento integralmente. Esto es importante porque si la aparición de la papada es consecuencia de una retracción fuerte de la musculatura hioidea del cuello, esto puede afectar al tubo digestivo, por encontrarnos es su territorio: lengua, esófago, hiato, estómago,… con las patologías asociadas a esta zona: hernia de hiato, ardor de estómago, reflujo, laringitis y faringitis recurrentes, etc.
Pero en este post quiero compartir con vosotros 3 sencillos ejercicios para trabajar la musculatura hioidea y favorecer que trabaje subiendo el hioides, para su correcto funcionamiento y evitar así la aparición o exageración de la papada, que ni es estética ni es saludable.
1. despegue de la piel alrededor del arco mandibular, eliminando las posibles restracciones del tejido.
2. trazos por el borde interno de la mandíbula desde la barbilla hasta las proximidades de las orejas.
3. trazos propioceptivos sobre el eje vertical desde la zona clavicular hasta el pubis para marcar el punto fijo inferior.
En este vídeo tenéis toda la información y una demostración de estos ejercicios. Os animo a que los pongáis en práctica y seáis constantes durante una temporada. Y podáis valorar vosotros mismos los avances.